Esa sensación extraña que sientes cuando no tienes algo que quieres, pero, tienes un miedo enorme a perderlo.
Y es que cuando siempre todo te ha salido mal y llega algo que parece ir bien, no puedes dejar de sentir eso, miedo, inseguridad y plantearte cosas que quizás antes no te habías planteado. No confías en lo que te rodea y tú miedo está a flor de piel, un miedo que muchas veces es difícil de ocultar y que te hace sentirte tan
desprotegida y vulnerable, hace empequeñecerte por minutos hasta el punto de llegar a dominarte.
Y es que cuando quieres a alguien cualquier detalle por muy chico que sea y que para los demás es una estupidez para tí es el gesto más grande y hermoso, por el que sonríes cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario